Creo que una buena receta tiene varios componentes básicos.
Una introducción. Debe describir el plato, su atractivo, brevemente su historia, su uso y qué técnicas implica.
Una evaluación del tiempo de preparación, el tiempo de cocción, el costo y la dificultad.
Ingredientes claramente clasificados y organizados (húmedo / seco, mayor / menor, por etapa, función).
Sencillos pasos escritos que enfatizan las notas sensoriales: cómo saber cuándo algo está listo. Estas son análogas a las instrucciones de manejo donde el escritor dice: busque el gran techo azul a la izquierda o espere hasta que el camino comience a ponerse realmente curvilíneo y descienda. Te ayudan a saber dónde estás y cuándo detenerte. Una buena receta le informará sobre la textura, el color, los niveles de calor, los aromas e incluso el sabor ideales. Te dejan entrar en lo que un chef está buscando y pensando cuando hacen algo.
Una gran foto A menudo es un truco, pero una buena foto realmente ayuda a imaginar un plato. Aún mejor es una secuencia completa de fotos, una para ingredientes, cada etapa de preparación, objetivos intermedios y el producto final.
También me gusta un desvío hacia la nutrición, anécdotas sobre dónde el autor comió / hizo / encontró / inventó la receta, y cualquier otra discursión interesante.
Una ventaja adicional son las sugerencias de los próximos pasos, sustituciones o alternativas, acompañamientos ideales, maridajes de bebidas e ideas de placas.
Además, generalmente miro la fuente: quién es el autor y dónde se publicó la receta.