Sí, la miel cristalizada se puede guardar con una combinación de calor y agua. El truco es usar bajas concentraciones de ambos. Su miel se ha solidificado porque con el tiempo la humedad ha escapado y los azúcares han formado cristales.
Agregue una pequeña cantidad de agua y rompa los cristales grandes si es posible para acelerar el proceso de disolución de los azúcares nuevamente en solución. Puede aplicar calor a la solución de cristal mediante un baño de agua o microondas para ayudar a descomponer los cristales. Sin embargo, no necesitará mucho calor y unos pocos segundos en el microondas deberían ser suficientes. No lo sobrecaliente (especialmente si está en una linda botella de plástico barata que se deforma rápidamente). Su mejor opción es agregar pequeñas cantidades de agua y calor, mezclar la solución y esperar un poco. Repita según sea necesario. El tiempo es tu amigo, no es convertir tu miel en una sopa hirviendo.