Respuestas:
Es perfectamente posible Simplemente instale KDE y Gnome usando su administrador de paquetes. Luego podrá elegir qué escritorio desea en la pantalla de inicio de sesión utilizando el menú "Sesiones".
Podrá cambiar entre los escritorios al cerrar sesión y luego elegir el otro en la pantalla de inicio de sesión. Por lo tanto, no se requiere reiniciar.