Necesitas:
- Bastoncillos de algodón (mejor los de plástico de doble cabeza)
- alcohol (mejor isopropilo)
- alicates de presión (como esos alicates de bloqueo fornidos o similares)
Aplane la cabeza de algodón con el alicate lo suficiente como para poder encajar firmemente en la ranura USB. No aplaste demasiado: desea cierta resistencia para garantizar una buena fricción. Sumerja el algodón en alcohol, insértelo y frótelo bien hasta que los contactos metálicos comiencen a brillar nuevamente. Evite que el alcohol se deslice hacia los componentes electrónicos manteniéndolos al revés. Aplane otra cabeza de algodón de manera similar y seque todo. Espere al menos 10 minutos para que se evapore el alcohol residual.
¡Disfruta cinco años más de tu dispositivo!
ps .: si el contacto metálico estuviera expuesto, un borrador (o goma) haría un mejor trabajo, especialmente el azul que se usa para borrar la tinta de los bolígrafos.