Para citar a Arthur C. Clarke:
Cualquier tecnología suficientemente avanzada es indistinguible de la magia.
Solía ser que miraba la tecnología con asombro y asombro. Quería desmontarlo, entender cómo funcionaba, resolverlo todo. La tecnología fue mágica. Soy mayor, sé más y paso mis días creando cosas que, con suerte, llenan a otras personas de ese tipo de maravillas. Pero últimamente he descubierto que mi propio asombro por la tecnología se ha visto seriamente reducido. Más a menudo me molesta que no sea tan elegante o impecable o tan pulido o perfectamente entregado como parecía ser en mi juventud. Todo parece roto e incómodo, o improvisado y mal probado.
¿La programación ha arruinado tu capacidad de disfrutar la tecnología? ¿Has dejado de preguntarte con asombro y empezaste a decir: "Podrían haberlo hecho mejor" cada vez que aprendiste un poco de tecnología?