De behaviour-driven.org titulado "GettingTheWordsRight" :
En resumen, las palabras que usamos para describir las cosas influyen en la forma en que nosotros (y otros) pensamos sobre esas cosas. Esta no es solo una simple cuestión de ser mezquino con la semántica, ya que ciertas palabras llevan consigo matices que afectan la forma en que interpretamos el significado de una frase tanto a nivel intelectual como a nivel emocional. Nuestro lenguaje es rico en palabras y frases descriptivas, por lo que parece razonable usar palabras que transmitan claramente la intención de los elementos que deseamos describir en el código.
En el caso de BDD, soy personalmente quien casi siempre usa la palabra debería cuando nombra las pruebas, porque su uso implica que si bien la intención es que una prueba proporcione un cierto resultado, pueden surgir otras consecuencias inesperadas que deberán tratarse con si un resultado de la prueba se considera válido. Tal vez podría usar las palabras esperar o debede manera similar, sin embargo, estas palabras implican un punto de vista más imperativo, de modo que el nombre de la prueba podría confundirse con "no hay nada malo en la prueba, suponga que la implementación está en mal estado", mientras que * debería "implica que es probable que la prueba ser correcto, pero es posible que deba verificarse nuevamente para ver si hay errores si los resultados de la prueba no parecen sumar. importante cuando desea evitar quedarse atascado cuando intenta depurar su código y se encuentra buscando errores en el lugar equivocado debido a una suposición.
Sin embargo, he visto que la aplicación casi 'religiosa' de la palabra debería fallar cuando se aplica como prefijo para los nombres de las pruebas, ya que ha obligado a los programadores involucrados a pasar por ciertas gimnasias mentales y lingüísticas para proporcionar un nombre de prueba que fue significativo, y en tales casos ha significado que la intención de acertar las palabras no cumple con sus expectativas, y las pruebas en sí mismas se vuelven difíciles de descifrar como resultado. Cuando surge este tipo de situación, normalmente usaría la palabra deberíaen cualquier lugar dentro del nombre del método de prueba, para garantizar que el nombre transmita su método de manera simple y clara. Sin embargo, ciertamente no impondría un uso de palabras en particular si otras palabras fueran igualmente apropiadas dentro de un contexto dado. Sin embargo, el truco consiste en elegir palabras que no dejen espacio para la discusión sobre lo que representa algo en el código, y que lo provoquen a pensar en las cosas que se supone que debe hacer su código sin depender de una mera implicación.