Debe especificar los medios permitidos, la distribución geográfica, la duración de la licencia, si los derechos son de primer uso o no, la exclusividad o la falta de los mismos y el período de exclusividad si existe. Los medios también se pueden subdividir en género: sea lo más restrictivo posible sin estorbar al titular de la licencia para que no se vea obstaculizada su capacidad de licenciar el trabajo. Si el titular de la licencia desea derechos mundiales exclusivos en todos los medios, tendrá que afectar el precio, ya que también afecta sus derechos.
También debe tener claros los derechos de uso del material promocional asociado (dónde y cómo se puede usar la imagen, y la resolución máxima que se puede usar para cualquier propósito que no sea el uso con licencia principal). Sea lo más específico posible con el recorte, la composición en un montaje, etc. Y sea claro sobre las asignaciones subsidiarias, es decir, la capacidad del licenciatario para permitir la reproducción de su IP que contiene la suya. Nuevamente, no se trata de dificultar la vida del licenciatario, sino de preservar la integridad y el valor de su imagen.
Ha pasado un tiempo desde que escribí un contrato de licencia, por lo que es posible que me haya perdido uno o dos detalles, pero estos deberían ser suficientes para una lista de verificación básica.