Tengo una gata de 7 años, adoptada de la Sociedad Protectora de Animales el pasado septiembre. Hace aproximadamente un mes nos mudamos de una casa de dos pisos a un condominio más pequeño de una habitación. Quizás porque traje muchos muebles familiares, parece que no está muy ansiosa en este nuevo lugar, pero se ha vuelto bastante inactiva. Ella tiene perchas para mirar por las ventanas, pero no hay una vista tan interesante como la que había en el último lugar. Ella no juega con juguetes a menos que los esté controlando, e incluso entonces pierde interés con bastante rapidez, y no siempre estoy en casa. También se ha vuelto más exigente con su comida y agua: ya no comerá alimentos secos y ya no beberá agua. Me temo que no está muy estimulada.
Por esta razón y otras, estoy considerando, en un futuro cercano, adoptar un segundo gato. Entiendo que un gato macho joven sería la mejor opción en esta situación. Pero no sé si mi gato realmente se llevaría bien con otro gato. En la casa donde vivíamos anteriormente, ella y el gato del vecino a veces peleaban en la ventana, y esas son las únicas interacciones entre ella y otro gato que he presenciado, pero nunca se presentaron adecuadamente ni nada de eso, así que yo No sé si puedo predecir cómo interactuaría con una nueva compañera de cuarto basándose en eso. No quiero ir a adoptar otro gato y que me odie a mí y al intruso para siempre ...
Mi pregunta es: ¿hay algún signo de comportamiento que pueda observar sin tener otro gato cerca que pueda indicar si puede coexistir o incluso disfrutar de la compañía de otro gato? ¿Estoy equivocado al pensar en primer lugar que adoptar un segundo gato podría ser una forma de darle vida?