Mis padres tienen dos perros, ambos son bastante viejos y enfermos. Hay muchas posibilidades de que tarde o temprano se tome la decisión de poner a dormir a uno de ellos.
Queremos que sea lo más fácil posible para el otro perro, para que comprenda lo que estamos haciendo. Sin embargo, nos preocupa que el perro desarrolle un miedo hacia el veterinario, o peor, hacia nosotros, si dejamos que se una al procedimiento.
Si bien podríamos conducir a la clínica veterinaria, el veterinario ya acordó venir a nuestra casa si es necesario. Si bien preferimos lo posterior, todavía no sabemos en qué momento debemos permitir que el otro perro se una (después o durante la eutanasia).
¿Cómo podemos hacer que este procedimiento sea lo más fácil posible?