Podría ser cualquiera o una combinación de ambos.
En primer lugar , excluir cualquier lesión. Si tiene dolor, eso puede evitar que salte a la cama.
¿Podría ella tener algún tipo de lesión? Si no muestra signos de lesión, sería poco probable que tuviera alguna lesión grave. Cojeando, estremeciéndose o gritando cuando se toca una parte de su cuerpo. Es posible que haya tenido algunos hematomas superficiales por la caída, lo más probable es que le haya dolido, ya que lastimaría a una persona, pero si no hay síntomas reales, es menos probable que haya una lesión grave. Siempre puede hacer que la revise su veterinario, si tiene dudas, ya que es su dueño y puede estar detectando algo que no es tan obvio.
En segundo lugar, necesita tiempo para superar cualquier posible lesión y su miedo. Déle unas semanas para que deje que su ansiedad supere su ansiedad, ya que empujarla puede empeorar su ansiedad. Mientras tanto, dele tranquilidad, elogios verbales y caricias cuando esté con usted.
Después de algunas semanas y no a la hora de acostarse, ya que necesitará tiempo y paciencia, podría ser una buena idea llevarla al centro de la cama, para que se sienta más segura que estar al borde y en peligro de caerse. Deje un lado de la cama despejado, para que pueda ver su camino despejado si siente pánico y necesita saltar. Dale muchas caricias y tranquilidad verbal. Luego, puede ponerse de pie y animarla suavemente a que lo siga fuera de la cama, para que pueda tener la experiencia de estar en la cama tan agradable y saltar sin desventuras.
Mira cómo responde ella. Si está, obviamente, temblorosa y nerviosa, no la presiones, solo dale más tiempo antes de volver a intentarlo. Es importante elogiarla vigorosamente verbalmente y darle palmadas cada vez que salta o se sube sin vuelo. Un poco como estar tan feliz de ver a un amigo perdido hace mucho tiempo.
Poco a poco con el tiempo, a medida que repita este proceso, descubrirá que ella viene a disfrutar sus experiencias de saltar de la cama otra vez y su tiempo abrazándose con sus dueños. Los perros son criaturas bastante predecibles, y dentro de una relación de confianza con los dueños, la mayoría de los pequeños temores como este pueden superarse con mucho refuerzo positivo y sin presión. Los perros responden bien a la tranquilidad de los dueños. Es como decirle: "Está bien, lo entendemos, y no eres tan inteligente por ser tan valiente".