(a) Mirar hacia otro lado cuando alguien te regaña es normal, tanto para niños como para adultos. Cuando alguien dice algo que nos da vergüenza, tendemos a mirar al piso, etc.
(b) Personalmente, creo que es innecesariamente cruel obligar a un niño a que lo ayude en su propio castigo, y enseña sumisión en lugar de una buena moral y ética.
De la antigua "¡tráeme mi cinturón!" Para el moderno "pararse en la esquina con este cartel que dice 'Soy un mentiroso'", creo que esto agrega una dimensión innecesaria a un castigo. Exigir que alguien te ayude a castigarlo me parece cruel.
¿Qué pasa si el niño se niega a ayudar a castigarse? ¿Hay otro castigo por no ayudar en el castigo? ¿Qué pasa si él no ayuda con eso? Puede crear un ciclo de castigo donde el castigo sea por algo muy alejado del delito original. Como en este caso, si dices: "¡Mírame mientras te regaño!" ¿Y si no lo hace? ¿Y que? ¿Tendrás algún castigo adicional por no mirarte? ¿Qué pasa si él no te mira mientras lo regañas por no mirarte?
Esto pone al niño en control en lugar de usted. Puede convertir una confrontación en un concurso de voluntades. Si necesita su cooperación para castigarlo, entonces si se niega a cooperar, frustra el castigo. Mientras tanto, se frustra cada vez más porque sus esfuerzos de castigo no son efectivos.
Quizás más filosóficamente, cambia el tema de la ofensa real a la obediencia a la autoridad. Cuando mis hijos crecían, quería enseñarles que, por ejemplo, el robo y el asalto no provocado están mal, no que desobedecer a la autoridad está mal. Supongo que hay una línea muy fina, ya que todas las reglas implican cierta autoridad, pero no quería enseñarles a mis hijos: "Debes hacer esto porque yo lo digo", pero "Debes hacer esto porque es correcto". Exigirle a un niño que lo ayude en su propio castigo me parece decir: "Debes obedecer dócilmente todas las órdenes" en lugar de "Debes aprender lo que es correcto".
Cuando mis hijos crecían, nunca exigí que me ayudaran o cooperaran en ningún castigo. No les dije: "No puedes jugar con ese juguete". Tomé el juguete y lo puse en un lugar donde no podían conseguirlo. En las raras ocasiones en que azotaba a un niño, no exigía que vinieran a mí. Los perseguí si es necesario. Etc.