Las clases prenatales valen la pena (si son buenas)
Soy un tipo muy práctico y de "engranajes y mecánica". Entiendo mejor las cosas cuando veo cosas en acción, pero con la crianza de los hijos y, especialmente, con respecto al nacimiento, no hay práctica, por lo que como padre primerizo me sentí muy inseguro. Ir a un curso prenatal me ayudó muchísimo. Las clases describieron todo el proceso de parto en detalles muy pequeños y sorprendentemente no sangrientos.
Hubo ejercicios para las parejas, diseñados para manejar las contracciones, y creo que es muy importante que el padre participe en ellos porque muestra claramente a la madre que el padre lo toma en serio y brinda apoyo, y sabe cómo apoyarlo.
También hubo algunas demostraciones prácticas de cosas como RCP infantil, cambio de pañales, etc. Las clases fueron impartidas por dos parteras y estaba claro que realmente sabían de lo que estaban hablando, y que se preocupaban por hacer todo más fácil para las parejas.
También hubo visitas a hospitales (en Austria, estas visitas se llaman fiestas de cigüeñas ) y fue útil para mí ver todas las instalaciones. Las habitaciones, las salas de partos, etc. Visitar varios hospitales diferentes también hizo muy evidente cuáles eran las diferencias entre ellos, y me sorprendió lo diferentes que pueden ser. Estas visitas nos ayudaron a elegir un hospital con el que nos sentimos muy cómodos.
Creo que las clases prenatales son siempre una buena idea, incluso si de alguna manera estás seguro de que todo sucederá perfectamente. Solo saber qué esperar ayuda enormemente a mantener la calma durante todo el evento, y estará menos estresado y asustado si las cosas no salen según lo planeado.