Creo que es importante hablar con los niños de su nivel sin disminuir el vocabulario. Si necesitan saber cómo se llama algo, entonces se les debe decir qué es esa cosa. Ya sea una parte del cuerpo, una lesión, una enfermedad o una función corporal.
Creo que es igualmente importante enseñarles las palabras adecuadas.
Los machos no tienen pipí. Tienen penes y testículos / escroto. (Optaría por los testículos, para empezar, ya que es más fácil decirlo). Las hembras no tienen coochies. Tienen vulva. Una vagina no es una característica externa obvia, por lo que es posible que la palabra no necesite aparecer muy temprano. Sin embargo, su mal uso generalizado puede hacer que se mencione. Todos tienen genitales / genitales. Creo que llamarlos partes privadas es apropiado, pero no si así es como se llaman. Un pene es una parte privada, como lo es una vulva. Esto lleva a explicar por qué son privados, cuándo deberían verse y cuándo deberían hablarse.
No creo en dolores de barriga. ¿Les molesta su estómago o sus intestinos? Hay una gran diferencia en la preparación para vomitar frente a la diarrea.
No hay abucheos. Te lastimas, un corte, un rasguño, un rasguño, un moretón, etc.
Si permite que su hijo tenga un vocabulario más fuerte, puede comunicarse con ellos más fácilmente. También fomentas sus habilidades de observación.
Si bien en muchas culturas no es aceptable hablar de genitales en público, también es cierto que los niños no siempre son buenos para seguir una convención social. No creo que un niño que hace una pregunta que otros consideran inapropiado sea motivo de vergüenza.
De hecho, no creo que sea correcto que otros hagan que te sientas avergonzado de que tu hijo exhiba cualidades infantiles. Los niños perderán esas cualidades lo suficientemente pronto sin que otros intenten acelerar el proceso.
La respuesta correcta a una pregunta que le resulta vergonzosa es responderla correctamente, como si le preguntaran por qué el cielo es azul. Está bien que esa respuesta sea: "Te diré cuando lleguemos a casa si me preguntas entonces". o "No lo sé". Estar perturbado externamente le envía el mensaje al niño de que no puede preguntarle sobre cosas, o le enseña que puede obtener una reacción divertida de usted al preguntarle ciertas cosas. Con calma, responder sus preguntas de manera casual valida al niño, alienta la curiosidad y demuestra al público circundante la forma adecuada de manejar temas delicados en público.