Estoy en una situación de co-paternidad y tengo la sensación de que nuestro hijo de 3.5 años sufre emocionalmente por el traslado de hogares con demasiada frecuencia. Pasa una noche con mamá, luego la noche siguiente con papá, repite casi a diario, con dos noches consecutivas con su madre solo una vez a la semana.
Los padres de familia generalmente cambian una o dos veces por semana. ¿Se sabe que los cambios más frecuentes causan daño?