Nuestros gemelos están empezando a pararse solos, lo que hace que vestirlos sea un poco más difícil de lo que solían ser. Por un lado, mi hijo preferiría especialmente pararse en lugar de recostarse y dejarme trabajar. Si lo dejo en pie, lo toma como una señal para practicar caminar. Ambos tienden a enloquecer cuando empiezo a poner el agujero del cuello de su camisa sobre su cabeza. En lugar de cerrar el puño, les gusta extender los dedos mientras me deslizo las mangas. Cuando hay cosas que deben ponerse en los pies (calcetines, zapatos, pijamas con patas, etc.), doblan los dedos de los pies de una manera extraña. Te dan la imagen.
El primer paso es encontrar una manera de hacer que el proceso de cambio funcione mejor por ahora. Pero mirando hacia el futuro, ¿hay hábitos en los que podamos entrar ahora que harán que el vestirse mejor funcione cuando llegue el momento?