Mis hijos (7 y 9) siempre parecen estar tratando de meterse en problemas. Los frecuentes disparos, excavaciones, humillaciones y exclusión me preocupan. Muchas veces la lucha se reduce a un problema de control: quién está permitido en qué habitación, autoridad sobre los juguetes ("eso es mío y no dije que puedes jugar con él"). A veces el argumento comienza a ponerse físico, momento en el que intervengo.
Quiero que sean amigos. ¿Les dejo resolver las cosas por sí mismos? ¿Cómo puedo obtener la competitividad y la lucha para detener? ¿Cómo fomento su amistad en lugar de rivalidad?
Estoy buscando consejos sobre cómo evitar de forma proactiva la rivalidad entre hermanos porque no todos salen de ella.