Al comprar cualquier vehículo, nuevo o viejo, deberá inspeccionarlo en busca de daños por óxido. Se sabe que ciertos vehículos se oxidan en áreas específicas debido a la naturaleza de su diseño.
El óxido superficial puede ser solo eso, óxido superficial. La oxidación instantánea no significa necesariamente que el metal esté podrido.
Aquí hay un ejemplo de oxidación repentina. La mayoría de las veces, puede golpear esto con una rueda de alambre o un disco de aleta y aún tendrá integridad estructural.
Aquí hay un ejemplo de un riel de bastidor con graves problemas de herrumbre. En el caso de comprar un vehículo con daños significativos como el siguiente, deberá reemplazar el riel por completo con metal nuevo.
¿Cómo puedes probar áreas? Trae un imán y un martillo para el cuerpo. Un imán le permitirá saber qué tan fuerte es el metal y si hay alguno allí. También es una excelente manera de saber si un automóvil tiene el cuerpo lleno.
Usa el extremo angosto del martillo para golpear las áreas en cuestión. Inmediatamente podrá notar la diferencia entre el metal saludable y la basura.