Puede parecer injusto que alguien que ya ha cumplido con sus obligaciones tributarias sea golpeado con otro después de su muerte. Desde un punto de vista económico, es muy popular.
Dejaré que este artículo de economista lo explique ...
La aversión intestinal de los deberes de muerte parece surgir porque los impuestos chocan con los instintos dinásticos sinceros
En primer lugar, cualquier impuesto sobre el capital tenderá a disuadir a las personas de acumular la riqueza, pero una obligación de muerte es posiblemente una de las mejores opciones ...
[La carga impositiva] recae en legados no deseados (dinero reservado para pagar la vejez, por ejemplo), así como legados intencionales. Dado que los legados involuntarios, por definición, no están planificados, no deberían verse afectados por la perspectiva del impuesto.
Los deberes de muerte también pueden justificarse en términos de justicia. Una economía próspera generará grandes fortunas, pero hay buenas razones para comprobar que estas se arraiguen a través de la herencia. El impuesto al patrimonio ofrece un modesto contrapeso contra el desarrollo de una nueva plutocracia para rivalizar con los barones industriales de la Edad Dorada de Estados Unidos. Además, también grava la riqueza acumulada a través de ganancias inesperadas en lugar de ahorro y esfuerzo.
Además, vea este artículo del conocido Thomas Piketty ( acabo de notar que otro respondedor también lo incluyó ) que proporciona un modelo de impuestos de herencia óptimos. En particular, lea la introducción que cubre muchos antecedentes útiles y una descripción general del modelo. Piketty et al también proporcionan las condiciones en las cuales una tasa de impuestos cero es óptima.
Aquí está el resumen:
Este documento deriva fórmulas óptimas de impuestos a la herencia que capturan la compensación clave de eficiencia de equidad, se expresan en términos de estadísticas suficientes estimables y son robustos a la estructura subyacente de preferencias.
Consideramos modelos estocásticos dinámicos con gustos de legado generales y heterogéneos y productividades laborales. Nos limitamos a estructuras impositivas lineales o de dos tramos simples pero realistas para obtener fórmulas manejables. Demostramos que las tasas impositivas de herencia óptimas a largo plazo siempre se pueden expresar en términos de ganancias agregadas y elasticidades de legado con respecto a las tasas impositivas, los parámetros de distribución y las preferencias sociales para la redistribución.
Esos resultados se trasladan con modificaciones manejables para (a) el caso con descuento social (en lugar de la maximización del bienestar en estado estacionario), (b) el caso con legados parcialmente accidentales, (c) el modelo dinástico estándar de Barro-Becker. La tasa impositiva óptima es positiva y cuantitativamente grande si la elasticidad de los legados a la tasa impositiva es baja, la concentración del legado es alta y la sociedad se preocupa principalmente por aquellos que reciben poca herencia. Proponemos una calibración utilizando microdatos para Francia y Estados Unidos. Encontramos que, para parámetros realistas, la tasa óptima del impuesto a la herencia podría ser tan grande como 50% –60%, o incluso más alta para los legados principales, en línea con la experiencia histórica.