Depende.
En una bicicleta de carretera, querrás que estén bastante apretados para poder montar en los capó sin que las palancas de freno se muevan o se muevan hacia abajo en la barra.
En una bicicleta de montaña, al menos las palancas de freno deberían poder girar en caso de choque. Pero aún deben estar relativamente apretados, de modo que no se aparten al frenar o por golpes. Dependiendo de dónde conduzcas, prefiero tenerlos un poco demasiado apretados que perder la capacidad de frenar porque las palancas están en un lugar donde no deberían estar. Como regla general, no debería poder rotarlos sin aplicar un poco de fuerza, similar a abrir un frasco de pepinillos.