Obtuve este truco de Internet hace unos diez años. No recuerdo dónde, me temo, o le daría crédito a la fuente.
Imagina que tus pies son realmente manos y que no estás pedaleando, sino que te estás enrollando en algún tipo de pista de piñón y cremallera. Imagínelo, siéntalo y tenga en cuenta ese movimiento mientras pedalea.
Nuestras manos están mucho mejor equipadas para el tipo correcto de movimiento push-pull que nuestros pies, por lo que pensar en enrollar con las manos prepara la corteza motora para mantener una cantidad constante de fuerza durante toda la revolución.
Manténgase alerta: si nota que vuelve a pedalear con pistón, piense en las manos nuevamente y pronto lo convertirá en un hábito.