Si Júpiter o Saturno expulsan el "noveno planeta", creo que el perihelio debería estar cerca de Júpiter y Saturno, pero ahora la órbita pronosticada está muy lejos de Netpune, ¿por qué sucedería eso?
Si Júpiter o Saturno expulsan el "noveno planeta", creo que el perihelio debería estar cerca de Júpiter y Saturno, pero ahora la órbita pronosticada está muy lejos de Netpune, ¿por qué sucedería eso?
Respuestas:
Este es ciertamente un problema para cualquier hipótesis que forme el planeta 9 al expulsarlo del sistema solar interno. El problema (para aquellos que se preguntan) es que si simplemente dispersas un objeto fuera del sistema solar interno, pero se retiene en una órbita elíptica, ¡entonces debería volver! El planeta propuesto 9 necesita tener una distancia de perhelion más allá de 200 au y al menos una excentricidad moderada.
La solución podría encontrarse en un artículo de Bromley y Kenyon (2016) , quienes abordan este mismo punto. En su modelo, dispersan una "super-Tierra" de 5 a 15 au en el sistema solar interno, en una etapa temprana de la formación del sistema solar cuando el Sol todavía está rodeado por un disco gaseoso. Se ejecutan a través de un conjunto de simulación con diferentes planetas de masa, diferentes densidades de superficie de gas y diferentes tasas de evolución y disipación del disco de gas.
El resultado es que existen conjuntos de parámetros que conducen a órbitas excéntricas con grandes distancias del perihelio causadas por la amortiguación por fricción dinámica del disco de gas. Lo que se requiere son discos de gas de baja densidad y larga vida útil, o más discos de gas masivos de corta duración que se despejen de adentro hacia afuera.
El mismo documento también resume una serie de otras posibilidades que podrían explicar la gran distancia del perihelio y la excentricidad del supuesto planeta 9. Estas son: (i) formación in situ a partir de un anillo de sólidos, aunque la órbita tendería a ser más circular; (ii) el paso cercano de otra estrella podría perturbar la órbita, proporcionar un impulso a la distancia del perihelio y aumentar el eje semi-mayor, quizás no lo suficiente, pero este mecanismo podría ser más efectivo si el planeta estuviera en una órbita excéntrica para empezar con; (iii) las mareas, desde la Galaxia, o más probablemente, desde el cúmulo de nacimiento del Sol podrían haber influido en la órbita de un planeta disperso y haber producido su alta excentricidad y distancia del perihelio.
La esencia de la discusión es que, si bien los autores piensan que estas otras cosas son posibles, favorecen su propio modelo de arrastre de gas (¡naturalmente!).