Las pistas que tenemos sobre la forma de la Vía Láctea son:
1) Cuando miras hacia el centro galáctico con tu ojo, ves una franja larga y delgada. Esto sugiere un disco visto de borde, en lugar de un elipsoide u otra forma. También podemos detectar el bulto en el centro. Dado que vemos galaxias espirales que son discos con protuberancias centrales, esto es un poco de alerta.
2) Cuando medimos las velocidades de las estrellas y el gas en nuestra galaxia, vemos un movimiento de rotación general mayor que los movimientos aleatorios. Esta es otra característica de una espiral.
3) La fracción de gas, el color y el contenido de polvo de nuestra galaxia tienen forma de espiral.
Entonces, en general, es un argumento bastante convincente. Por supuesto, tenemos que asumir que nuestra galaxia no es completamente diferente a las otras galaxias que vemos, pero supongo que una vez que una civilización ha aceptado que no ocupa ningún lugar especial en el universo, los argumentos sobre la similitud parecen razonables.