Significa que con toda probabilidad no funcionará. Hay muchos factores en juego, pero si se instala correctamente, hay muchas posibilidades de que no arranque. Los problemas que podrían ocurrir incluyen:
- Es probable que su hardware no tenga los controladores adecuados. Si comparte controladores con otros dispositivos, entonces puede funcionar, pero de lo contrario, varias partes del hardware simplemente no funcionarán.
- El diseño de la partición puede ser diferente, lo que podría provocar que la instalación falle si los tamaños de partición son muy diferentes.
- Es posible que el núcleo de otro dispositivo no se ejecute en el procesador de su dispositivo.
- Es posible que la imagen de arranque no esté configurada y empaquetada correctamente para su dispositivo.
Si todo lo anterior logra ser idéntico, entonces el sistema puede arrancar y funcionar, pero en general es bastante improbable.