Un ejemplo clásico de lógica difusa en una IA es el sistema experto Mycin.
La lógica difusa se puede utilizar para lidiar con las probabilidades e incertidumbres.
Si uno mira, por ejemplo, la lógica de predicados, entonces cada declaración es verdadera o falsa. En realidad, no tenemos esta certeza matemática.
Por ejemplo, supongamos que un médico (o sistema experto) ve un síntoma que puede atribuirse a algunas enfermedades diferentes (por ejemplo, A, B y C). El médico ahora atribuirá una mayor probabilidad a la posibilidad de que el paciente tenga cualquiera de estas tres enfermedades. No hay una afirmación verdadera o falsa definida, pero hay un cambio de peso. Esto puede reflejarse en la lógica difusa, pero no tan fácilmente en la lógica simbólica.